Canto con Alma Magali Muro

La práctica vocal comprende un serie de recursos y capacidades que permiten al intérprete o al hablante elevar su voz de manera no dañina, óptima y expresiva. Cuando se habla de técnica vocal, uno podría pensar inmediatamente en cantantes profesionales o intérpretes dramáticos, pero lo cierto es que todo individuo que utilice su voz en su vida cotidiana puede aprovechar enormemente del aprendizaje de estas técnicas.

La voz humana es un medio sofisticado y delicado, compuesto por diversos elementos que funcionan coordinadamente, y una correcta técnica vocal ayuda a regular estos elementos para obtener mejores efectos.

Desde tiempos antiguos, la voz ha sido el primordial instrumento de transmisión de emociones, ideas y expresiones. La capacidad de controlarla ha sido objeto de interés desde civilizaciones como la helénica y la imperial, donde la oratoria era una materia sumamente respetada. A lo largo de la historia, cantantes líricos, actores y oradores han desarrollado diversas metodologías para educar la voz, afinar su sonido y evitar lesiones vocales.

Hoy en día, estas metodologías se mezclan con los progresos técnicos para ofrecer una capacitación total y específica sobre cómo utilizar adecuadamente este activo importante.

La técnica vocal comienza por entender cómo funciona nuestro sistema vocal. La voz se produce gracias al aire que, al ser emitido desde los pulmones, circula por la laringe, haciendo vibrar las cuerdas vocales. La forma en que se ajusta esta vibración, el volumen y el frecuencia que adopta la voz dependen de la manera en que se controla la respiración y se utiliza la musculatura implicada en la fonación. Por eso, uno de los principios básicos de cualquier técnica vocal es el control respiratorio. Aprender a inhalar desde el abdomen, profunda y intencionada proporciona una base robusta que permite sostener sonidos duraderos, definidos y sin tensión visible.

Es común que muchas personas respiren desde el pecho desde el tórax, lo que limita considerablemente la eficacia y persistencia del sonido producido. Por ello, una de las primeras etapas en la preparación vocal consiste en reformular la respiración, desplazando la atención hacia el diafragma. Esto implica prácticas puntuales, como hacer respiraciones profundas expandiendo el abdomen y controlar lentamente la exhalación, algo que requiere tiempo y compromiso. Con práctica constante, esta respiración diafragmática se convierte en algo instintivo, aumentando notablemente la fuerza expresiva y minimizando la cansancio al hablar o cantar durante periodos extensos.

Además de la respiración, otro aspecto vital en la técnica vocal es la postura corporal. La alineación correcta del cuerpo influye directamente en la eficiencia al respirar y en la facilidad que tienen las cuerdas vocales para vibrar sin bloqueos musculares. Mantener una postura bien posicionada, pero suave, con los pies firmemente plantados sobre el suelo y los hombros website hacia atrás y abajo, proporciona una base corporal ideal para el trabajo vocal. Cuando el cuerpo está bien posicionado, el aire entra sin obstáculos y las vibraciones vocales se resuenan plenamente, facilitando sonidos brillantes y resonantes.

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